Por: Norvi Mayfield, Verónica Rodríguez Navarro y Nora O. Lozano

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Las graduaciones son eventos tan gloriosos y de celebración. Quienes creen y apoyan la educación a cualquier nivel, guardan en su corazón la esperanza de que todos los estudiantes se gradúen, y que, al cerrar un ciclo educativo, inicien un nuevo camino que les beneficie y contribuya al bien común en nuestro mundo.

CLLI no es la excepción. Mantenemos muy cerca la esperanza de que mientras nuestras estudiantes suben al estrado para recibir sus certificados, no sólo están llevando en sus manos un certificado, sino una riqueza de conocimientos y experiencias que les permitirá continuar un proceso de transformación de ellas mismas y de sus familias, iglesias y comunidades.

Recientemente vivimos esta experiencia en la graduación del CLLI Ciudad de México y queremos compartirla con usted. Por lo tanto, le pedí a dos de nuestras líderes del CLLI que contribuyeron de manera importante en esta graduación, que compartieran sus perspectivas con respecto a este importante evento.

Verónica Rodríguez Navarro, Coordinadora del CLLI Ciudad de México y graduada del CLLI (Monterrey, México 2022), compartió lo siguiente:

El CLLI Ciudad de México, primer capítulo, fue una oración contestada de las líderes que creyeron en lo que Dios podía hacer en y a través de ellas. Al recordar la primera sesión donde conocimos al grupo, puedo recordar rostros que reflejaban duda, expectativa e incredulidad (si este programa era para ellas o no), y recuerdo también a otras más con hambre de descubrir qué encontrarían al final de esta capacitación. Para algunas, el camino se volvió largo de transitar cuando en medio de pruebas, enfermedades o desánimo, el final se veía inalcanzable, pero Dios infundió el aliento que cada una de ellas necesitaba para así poder terminar con éxito.

Para muchas, el apoyo de sus familias fue la clave para alcanzar la meta. Escuchar los testimonios de cómo sus esposos, hijos, y en ocasiones nietos les impulsaron a terminar, muestra que este programa no sólo empodera a quien transita en él, sino que también las familias son tocadas al participar del plan de vida en estas mujeres. El propósito de transformación trascendió así de las graduadas a sus familias.

Como era de esperarse, la celebración de graduación estuvo llena de momentos emotivos y significativos para cada una de las estudiantes. Vimos sus rostros que brillaban de satisfacción y gratitud por la meta lograda. Además, sentimos la presencia de Dios abrazando con afirmación a la nueva generación de líderes latinas de México. Cada oración y cántico se volvió una declaración de esperanza para esta nueva etapa que estaban experimentando. Con seguridad este evento marcó la vida de las graduadas, pero también de las personas invitadas a la celebración.

Norvi Mayfield, graduada del CLLI (Texas 2019) y quien apoya de muchas maneras el trabajo del Instituto, también expresó su experiencia en la graduación del CLLI Ciudad de México:

Le doy gracias a Dios por la oportunidad de poder compartir con ustedes todas las cosas gloriosas que Dios está haciendo por medio del CLLI. Yo tengo el honor y privilegio de haber visitado tres diferentes capítulos del CLLI: Monterrey, Metepec y la Ciudad de México. En mi reciente participación en la graduación de la ciudad de México escuché los testimonios de transformación de varias hermanas que venían con una autoestima baja y dañada. Quiero compartir dos historias que me impactaron mucho. Cuando yo conocí a estas dos hermanas al principio de la capacitación, ellas no decían casi nada pues sentían que su opinión o palabras no valía nada. Venían heridas por el sistema y con dudas sobre si en el CLLI se les trataría de la misma manera o sea sin darles el valor que Jesús da realmente a las mujeres.

Una de estas hermanas compartió cómo era desvalorada en su familia en relación a sus opiniones, gustos, deseos o planes. Sin embargo, a través de sus estudios en el CLLI fue sanada de adentro hacia afuera y pudo encontrar un sentido de libertad. Esta transformación se dejó sentir en todas las áreas de su vida y le permitió reclamar su espacio de vida plena en su familia y en la sociedad.

Este es uno de los regalos que trae el currículo del CLLI. Un currículo que presenta una teología cristiana sana que presenta a Cristo y la transformación que él puede traer a la vida de los seres humanos. Aunque este currículo es a nivel universitario, es presentado de una manera entendible que toca las vidas diarias de las mujeres, en cualquier nivel educativo que ellas estén o etapa de desarrollo en su vida. El ver a esta hermana en la última clase y durante la graduación expresando sus opiniones con gran elocuencia y seguridad, me hizo acordarme de los milagros bíblicos de sanidad. En ese momento yo también estaba presenciando un milagro contemporáneo. ¡Gloria a Dios!

Por otro lado, me impactó también el testimonio de otra hermana, una mujer de 75 años, quien anteriormente no había tenido mucha oportunidad de estudiar. Al principio del entrenamiento ella era una mujer callada y cohibida, y al final de la capacitación ella también se volvió una mujer elocuente, que subió a la plataforma con sus hombros erguidos. Después de recibir su certificado, su hijo la abrazó expresando un gran gesto de alegría y orgullo. Con esto vimos que la transformación de esta hermana, alcanzó también a su familia, pues si ella pudo, su hijo y toda su familia también podrán. Esto es algo grande, pues al verlo, estamos presenciamos la transformación de toda una familia y tal vez en el futuro de todo un país.

Con estos testimonios, quiero compartir con todas las personas que contribuyen al CLLI con su tiempo, oraciones, trabajo o recursos, que la transformación que el CLLI ofrece, en el nombre de Cristo, es real y concreta. Realmente podemos ver las vidas de mujeres transformadas que están transformando sus entornos.

La otra cosa importante de invertir en el CLLI es que la inversión en vidas transformadas se puede apreciar en el presente. Tengo 35 años de estar involucrada en diferentes ministerios y misiones, y nunca he visto un ministerio como éste donde usted puede apreciar, ahora mismo, el desarrollo exponencial de líderes locales. No se pueden negar las evidencias sólidas que prueban los logros de este ministerio. Así que le quiero invitar a apoyar al CLLI pues será de gran bendición para las hermanas que toman la capacitación, pero también para usted porque estará presenciando en el presente la transformación de mujeres, sus familias y las generaciones futuras.

¿Qué podemos decir ante estos testimonios? ¡Gloria a Dios! En verdad celebramos una graduación, y mucho más. Le invitamos a unirse al CLLI mientras continuamos con nuestro objetivo de transformar la vida de mujeres en el nombre de Cristo. Como tan bien expresaron Verónica y Norvi, será testigo de la transformación de la vida de mujeres, y de las vidas de sus familias, iglesias y comunidades en tiempo real. ¡Qué regalo tan grande! Para obtener más información sobre este ministerio y las formas de apoyarlo, visite https://www.christianlatinaleadershipinstitute.org o escriba a clli@cllinet.org

Norvi Mayfield, graduada del CLLI (Texas 2019) y quien apoya de muchas maneras el trabajo del Instituto, es consultante en el área de misiones y organizaciones sin fines de lucro. Verónica Rodríguez Navarro, coordinadora del CLLI Ciudad de México y graduada del CLLI (Monterrey, México 2022), es directora de la Escuela de Música y Capacitación Ministerial Hudbé y ministro de adoración en la Iglesia Bautista Bethel en la Ciudad de México. La Dra. Nora O. Lozano es directora ejecutiva del Christian Latina Leadership Institute (CLLI).