Por Becky Klein
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El pasado 4 de julio en los Estados Unidos celebramos el 245º cumpleaños del país. Este es uno de mis feriados favoritos. Es muy fácil dejarse atrapar por los fuegos artificiales, la carne asada y las vacaciones familiares durante este tiempo. En estos últimos años decidí tomar un tiempo aparte de la celebración y las vacaciones para pensar en lo que significa realmente el 4 de julio para quienes vivimos en este país. ¿Qué es lo que en realidad estamos celebrando y por qué?
Técnicamente, esta fecha es la celebración anual de la firma de nuestra Declaración de Independencia. Nuestros Congresos Continentales declararon que las 13 colonias ya no estaban sujetas a la monarquía británica y al rey Jorge III. Ahora las colonias estaban unidas, eran independientes y eran libres. Creo que esta última palabra, “libre”, es el principio operativo y fundamental que establece la base para las celebraciones del 4 de julio.
En los Estados Unidos tenemos muchas libertades por las que estar agradecidos. Para mencionar algunas, tenemos:
- Libertad para viajar a donde queramos.
- Libertad para elegir nuestra vocación y ocupación.
- Libertad para casarnos con quien queramos.
- Libertad para expresar nuestros pensamientos e ideas.
- Libertad de religión y de adorar como queremos.
- Y muchas otras.
Muchas veces me olvido de la importancia de estas libertades hasta que me encuentro con personas que no las tienen. Por ejemplo Andrei, mi amigo y colega de Rusia, hace poco me explicaba que en su país, aun si tú tienes la suerte de poder tener un auto, necesitas presentar credenciales para cruzar ciertas regiones o para viajar a otra ciudad.
Luego está mi amigo de mucho tiempo, Sudarshan, quien es de la India. Él nació en la casta empresarial. Si se hubiera quedado en la India no le hubieran permitido ser un profesor tal como es ahora en la Universidad de Missouri. Hubiera tenido que aceptar un trabajo que estuviera alineado con su casta. Además, Sudarshan no podría haberse casado con su esposa Neeru porque ella era de una casta diferente. (Afortunadamente, en esta última década los casamientos entre diferentes castas en la India están empezando a ser más comunes, pero siguen siendo solamente el 10 % de los casamientos[i]).
Y en la China las únicas personas que pueden publicar críticas u opiniones contrarias a las del Partido Comunista son los principales miembros del Partido Comunista[ii]. Seguramente hemos visto muchos episodios de represión de la libre expresión cuando vimos cómo los comunistas iban apropiándose de Hong Kong.
En contraste con estos ejemplos, estoy muy agradecida por la cita famosa de la Declaración de Independencia que dice:
“Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados
iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que
entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.
Sin embargo, los ejemplos más importantes de lo que significa la libertad y de cómo se ve para la gente de todo el mundo son lo que Dios nos asegura en cuanto a nuestra libertad. Consideremos aquí algunas de esas afirmaciones:
Salmo 118:5 (DHH)- “En mi angustia llamé al Señor; él me escuchó y me dio libertad”.
Isaías 61:1- “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel”.
Juan 8:32- “…y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
2 Corintios 3:17- “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.
Gálatas 5:13- “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros”.
Estas afirmaciones divinas me dicen muchas cosas acerca de la libertad. Primera, es mi derecho y parte de mi ADN (estoy llamada a la libertad). En otras palabras, es un deseo instintivo. Segunda, necesito usar la libertad prudentemente y para servir a otras personas, no para regodearme en mis propios anhelos y deseos. En vez de eso, tengo que compartir con otras personas la esencia de la libertad para ayudarles a liberarse de sus ataduras físicas o psicológicas. Y tercera, puedo encontrar la libertad dondequiera que el Espíritu del Señor está sobre mí. Esto soltará las cadenas de mi estrés, mi ansiedad, mis frustraciones y mis preocupaciones que muchas veces afectan mi actitud y conducta de cada día. Puedo tener libertad para estar feliz y contenta.
Como líderes latinas consideremos la libertad que Dios nos ha otorgado como nuestro derecho, no solo como un privilegio. Ejemplifiquemos lo que significa vivir una vida libre tal cual Dios la diseñó para nosotros: una vida de amor, servicio y sanidad hacia otras personas. Cubramos nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones con la libertad de Dios. Y aún más importante, démosle a Dios nuestra alabanza, nuestro amor y nuestra gratitud en este mes de julio por concedernos la forma más absoluta, más rica y más profunda de libertad que se puede experimentar. ¡Y que empiecen los fuegos artificiales! Amén

Becky Klein, MANSS, Abogada, directora de Klein Energy, LLC., una empresa de consultoría de energia con sede en Austin, Texas. Es miembro de la facultad de CLLI y anteriormente formo parte de junta directiva de CLLI. Juris Doctor de la Facultad de Derecho de St. Mary, San Antonio, TX. Maestría en Estudios de Seguridad Nacional de la Universidad de Georgetown, Licenciatura en Biología Humana de la Universidad de Stanford, Stanford, CA.
[i] Dynamics of Inter-Religious and Inter-Caste Marriages in India, Kumudin Das, K. C. Das, T. K. Roy and P. K. Tripathy, 2011. Found at: https://paa2011.princeton.edu/papers/111281.
[ii] Congressional-Executive Commission on China, “Freedom of Expression in China: A Privilege, Not a Right,” by Senator Jeff Merkeley (Chair) and Representative James McGovern. Found at: https://www.cecc.gov/freedom-of-expression-in-china-a-privilege-not-a-right.