¡Juntas somos más fuertes!

Christian Latina Leadership Institute

Por Marcela Ordaz

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Ha sido un largo camino para llegar a donde estás. No minimices tu trayecto y tu historia. Estamos juntas en esto. La unión y organización de mujeres, así como levantar la voz siempre harán la diferencia.

El 8 de marzo de 1857, las mujeres que trabajaban en la industria textil en Nueva York organizaron una huelga para pedir salarios más justos y condiciones de trabajo más humanas. Sin embargo, al momento de alzar la voz fueron detenidas por la policía.  

Dos años más tarde, ellas organizaron su primer sindicato para pelear por sus derechos; 51 años después, el 8 de marzo de 1908, 15,000 mujeres tomaron las calles de Nueva York para exigir mejores sueldos, menos horas de trabajo y derecho al voto. Todo esto sentó las bases del movimiento que hoy conmemoramos.

Con el paso del tiempo y en diferentes países y épocas el significado del 8 de marzo se fortaleció. En ese día se lograron importantes avances como el derecho al voto femenino, escolarización universitaria para mujeres, formación profesional, no discriminación laboral, así como igualdad de género.

Hoy, el Día Internacional de la Mujer se conmemora alrededor del mundo para hacer consciencia sobre la importancia de empoderar a las mujeres en todos los entornos, proteger sus derechos y garantizar que éstas puedan alcanzar todo su potencial. La conmemoración da espacio también para exponer la desigualdad y discriminación que aún viven las mujeres en todo el mundo, así como la urgencia de hacer efectivos sus derechos

A lo largo de la historia, las mujeres han sido difamadas, abusadas, menospreciadas y juzgadas bajo estándares dobles. Incluso en los tiempos de Jesús se daban estas situaciones. Las leyes de esa época sostenían que tanto hombres como mujeres que fueran sorprendidos en el acto de adulterio, debían morir (Levítico 20:12). Sin embargo, Juan 8:1-11 presenta cómo solo la mujer que había sido sorprendida en el acto de adulterio, y no el hombre que se encontraba con ella, fue acusada y amenazada de muerte por lapidación. 

En la actualidad hay una enorme cantidad de casos donde las mujeres seguimos en vulnerabilidad, aquí cerca o en lugares lejanos como en Doha, Qatar (emirato árabe absolutista), que tan de moda está por el próximo mundial de futbol. La mexicana Paola Schietekat tuvo la desgracia de vivir un episodio donde pasó de denunciar haber sufrido una agresión física, a ser hallada “culpable” de sostener una relación extramarital, y por consecuencia ser condenada a 100 latigazos o bien a casarse con el agresor de acuerdo a la ley islámica sharía. Lamentablemente, la embajada de México en ese país no estaba capacitada para resolver una situación de este tipo. Afortunadamente pudo, por otros medios legales, regresar a México sin cumplir “su condena”, y ahora 9 meses después del suceso, finalmente está recibiendo apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores en México. 

Todo esto me lleva a reflexionar y concluir que, sin importar la época, el éxito de salir adelante se logra al levantar la voz, unir fuerzas y buscar por todos los medios salir adelante. Esto incluye el entrenarnos, capacitarnos, estudiar, unirnos a gente que sepan más que nosotras y pertenecer a círculos de personas donde nos hagamos un bien mutuo. Por eso admiro tanto la labor del CLLI de crear una comunidad de latinas donde buscamos y promovemos todo esto.

Volviendo a la historia bíblica de Juan 8:1-11, me fascina cuando el Señor Jesús interviene en el momento que iban a apedrear a la mujer que fue sorprendida en adulterio, y desafía al grupo de atacantes al decirles: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Como nadie pudo hacerlo, la historia concluye con este diálogo:

Jesús: Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?

Ella le contestó: Ninguno, Señor.

Jesús: Tampoco yo te condeno; ahora, vete y no vuelvas a pecar.

Me imagino el miedo que la mujer debió haber sentido al estar tan cerca de la muerte, y cómo las palabras de Jesús se convirtieron en una bendición de vida, en una nueva oportunidad para abrazar la vida abundante que solo él ofrece.

De la misma manera, Dios nos ha dado muchas bendiciones que se manifiestan en talentos, capacidades y virtudes. ¡Qué responsabilidad tan grande es ser líder, ser ejemplo y cabeza de un ecosistema (familia, iglesia, trabajo, grupo, célula, amistades), con un testimonio y reputación que guardar! Y más siendo mujeres, pues a veces se nos juzga con mayor dureza y se nos critica ligeramente, sin contemplar la historia detrás de nuestras decisiones.

Sin embargo, a pesar de todas las cosas difíciles, retadoras y a vece injustas, que hemos vivido como mujeres a través de los siglos, siempre recuerdo a Jesús y la esperanza que él nos trae. Él nos bendice y nos ayuda a salir adelante, como a la mujer de la historia bíblica. 

Como seguidoras de Jesús es nuestro deber ayudar también a otras mujeres a encontrar la vida abundante que él ofrece. En una ocasión, la famosa Audrey Hepburn expresó: “Con el tiempo y la madurez, descubrirás que tienes dos manos: una para ayudarte a ti y otra para ayudar a los demás”. Quisiera parafrasear estas palabras de la siguiente manera, en nuestra relación con Dios descubrimos que tenemos dos manos: una para sostenernos de él y la otra para ayudar a las demás personas.

En este mes donde celebramos los logros y avances de la mujer en muchos ámbitos, miremos a nuestro alrededor pues todavía hay mucho por hacer. Así como Jesús se detuvo para ayudar a esta mujer que estaba casi frente a la muerte, veamos a qué mujer o mujeres podemos ayudar el día de hoy. 

Si bien esta ayuda se pude prestar individualmente, al unirnos podemos ser más efectivas pues juntas somos más fuertes. Recordemos una vez más como en los movimientos históricos del Día Internacional de la Mujer, la organización y la unidad nos han llevado a grandes cambios sociales. 

Desarrolla las ideas creativas que Dios te ha dado. Usa los dones y talentos que Él ha puesto dentro de ti. Sé la bendición para ti, tu familia y tu comunidad para la cual Él te creó. 

Así que unámonos en un vínculo de solidaridad, y tomadas de la mano de Jesús, vayamos entretejiendo un horizonte de existencia más justo y pleno que nos lleve a experimentar de una manera más contundente la vida abundante que solo él ofrece. 

¡Estamos juntas y por tanto somos más fuertes!

Marcela Ordaz, una profesional en la area de Comunicación Organizacional, ha trabajado como líder internacional dirigiendo la Expo Industrial FABTECH Mexico por los últimos 15 años. Es Graduada de CLLI y ahora forma parte de la junta directiva de CLLI y es parte del equipo de liderazgo de CLLI Monterrey. Además, Marcela ha servido como líder en diferentes ministerios por los últimos 25 años en Monterrey, Mexico.

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