Por Becky Klein
Traducido por Alicia Zorzoli
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Muchas veces se usa la palabra “liderazgo” con referencia a personas y circunstancias muy diferentes. Hablamos de liderazgo cuando leemos acerca de las acciones valerosas de nuestros militares en el Medio Oriente. Hablamos de liderazgo cuando miramos a nuestros astronautas visionarios de la NASA, esforzándose por traspasar nuevas fronteras. Pensamos en el liderazgo cuando aprendemos acerca de personas que dirigen empresas transformando el modelo o la estrategia empresaria de una compañía. Actuamos con liderazgo cuando mostramos ejemplos de principios durante un período de tiempo que ayudan a persuadir a nuestros hijos para que cambien sus hábitos. Leemos acerca de liderazgo (bueno o malo) cuando aprendemos en nuestros libros de historia acerca de líderes de gobierno centrados en sí mismos
¿Pero qué significa realmente “liderazgo”? Cada persona tiene un estilo diferente de liderazgo. Y los líderes con más éxito son quienes practican el liderazgo en conjunción con su verdadera naturaleza y personalidad. Entonces, la pregunta llega a ser: “¿Cuál es tu personalidad de liderazgo?”. Y estoy segura de que ahora te estarás preguntando: “¿Qué hago para descubrirla?”.
Para empezar, primero tenemos que reconocer que cada persona tiene múltiples roles y responsabilidades, sea en el hogar, la escuela, el trabajo o el juego. Interactuamos de manera diferente con las personas a lo largo de estos varios contextos basados en los numerosos intereses, necesidades y expectativas de la gente relacionada con cada escenario. Por lo tanto, lo que tú eres en un escenario puede verse y sentirse muy diferente de quién eres tú y cómo actúas en otro escenario. Sin embargo, tú llevas muy en tu interior valores y hábitos culturales a pesar del escenario. El identificar esos valores y esas normas culturales te ayudará a entender tu manera singular de ser líder.
Una forma de ayudarte a hacer esto es desarrollar una historia de ti misma. Las historias tienen múltiples beneficios y usos. Por ejemplo, las historias ayudan a definirnos. También mueven a otras personas a la acción. Nos ayudan a crear confianza. Nos ayudan a creer en nosotros mismos. Y nos brindan a nosotros, y a otras personas, un ancla en tiempos de inseguridad.
La Biblia ofrece una oportunidad clara de aprender acerca de diferentes estilos de liderazgo. Mediante el uso de historias, la Biblia nos ayuda a identificar las mejores prácticas para pensar, hablar y actuar a lo largo de diferentes circunstancias. Ella ejemplifica cómo las historias muestran a personas con muy diferentes marcas de liderazgo.
Consideremos algunos ejemplos acerca de diferentes estilos de liderazgo tomados de la historia de varios personajes en la Biblia.
Moisés fue un líder transformacional. Él ayudó a que el pueblo de Israel hiciera la transición de hábitos politeístas a una vida monoteísta bajo Dios. Moisés también transformó la estructura de gobierno de la comunidad israelita. En vez de tener un personaje central que tomaba las decisiones, él se aseguró de que se delegara autoridad a personas capaces y las invistió con la habilidad de participar en un proceso de decisiones descentralizado.
David fue un líder carismático. Era fuerte, bien parecido y valiente en la batalla. Fue capaz de atraer la obediencia de la gente a través de sus acciones heroicas. Y cuando pecó se arrepintió sinceramente y lo confesó a Dios. Fue un líder que inyectó a la gente con el valor de aceptar la responsabilidad y alejarse de cometer errores.
Daniel fue un líder leal y con principios. Aunque estuvo al servicio de reyes babilonios (Nabucodonosor y Ciro) en sus hábitos diarios se mantuvo fiel a las leyes de Dios. Rechazó adorar a ídolos y comer comida “inmunda” a todo costo. Su firmeza finalmente ocasionó que Ciro se diera cuenta de que su dios era pequeño y que el Dios de Daniel, el Dios Verdadero, era lo mejor para él y para su pueblo.
Jesús fue un líder siervo. Jesús da mucho valor a las relaciones y la comunidad. Él anima a la gente a que sean pensadores-de-mente-abierta en lugar de pensadores-de-mente-cerrada. Él pone énfasis en desarrollar personas en vez de desarrollar procesos. Y él adapta su estilo para que concuerde con el nivel de madurez de la gente de modo que le puedan entender mejor.
Y, por supuesto, hay numerosas personas en la Biblia que tienen el estilo de un líder egotista. Sí, ellos también fueron líderes. Mira a Saúl, Nabucodonosor y el faraón del éxodo, para mencionar unos pocos. Cada uno de ellos quiso obligar a las demás personas a que llenaran sus necesidades propias. Quisieron humillarlas para hacer que ellos se vieran fuertes, valientes y dignos de honor. Fueron celosos e inspiraron temor.
Te animo a que leas las historias de cada uno de estos personajes bíblicos. Y después de hacerlo trata de formular una historia acerca de quién eres tú. Tu historia debe relatar cómo llegaste a ser quién eres; los puntos claves de cambio y los resultados de tu trayectoria. Recuerda que para formular una historia efectiva debes tener los siguientes elementos: 1. Protagonista (personaje en la escena por quien se interesa quien escucha); 2. Un desafío inesperado que te confrontó; 3. Una decisión que tuviste que tomar en respuesta al desafío; y 4. El resultado. Siéntete libre para desarrollar diferentes historias basadas en los estilos diversos de liderazgo que crees que has mostrado en diferentes tiempos y contextos.
Ahora, la parte más importante es IR y DECIR. Tu historia debe decirle a quien escucha algo acerca del estilo de liderazgo con el que tú te sientes más cómoda. Prueba encontrando oportunidades de compartir tus historias con diferentes personas y mira cuáles te parecen las más naturales. Mediante la experimentación no solo podrás descubrir las muchas marcas de liderazgo de las que eres capaz sino también la marca de liderazgo principal que encierra tus valores y hábitos culturales fundamentales.
A medida que llegas a conocerte mejor mediante descubrir y articular tu marca de liderazgo vas a llegar a ser una líder mejor equipada que está lista para servir a Dios y a tu prójimo.

Becky Klein, MANSS, Abogada, directora de Klein Energy, LLC., una empresa de consultoría de energia con sede en Austin, Texas. Es miembro de la facultad de CLLI y anteriormente formo parte de junta directiva de CLLI. Juris Doctor de la Facultad de Derecho de St. Mary, San Antonio, TX. Maestría en Estudios de Seguridad Nacional de la Universidad de Georgetown, Licenciatura en Biología Humana de la Universidad de Stanford, Stanford, CA.